(Imágen de Internet)
Camino sin prisa,
la tarde ya no tiene posibilidades.
La frescura de su piel de luna
se ha vuelto hozca y sus lágrimas,
empañan los versos de un viejo poema olvidado.
La historia es así,
se ufana de triunfos pasajeros
y obnubila el amanecer de los descarriados,
mas cuando la sensatez hurga sus aristas oscuras,
la derrota cobra el dolor de los holocaustos.
Por eso camino sin prisa,
ya no hay viento soplando en el campo de batalla
ni desplegadas las banderas de la causa.
Es tarde y mañana, quien sabe,
si el reposo del guerrero no serán tus brazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario