HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Como Jazmín del aire



Como jazmín del aire
abrazado a tu cuello,
en sutiles tramas,
en enredados juegos;
con el trino de los pájaros en celo
y un río devorador de piedras
socavándome el pecho.
Con la forma inacabada
de perfilados sueños,
la tarde dibuja
suspiros y besos,
sobre la blanca arena
de tus dunas traviesas,
y un manto de suave rocío
cubriendo nuestra vergüenza.
Pudores imprecisos,
infundados miedos,
la libertad de los amantes se juega
entre la vida y la muerte,
como osados guerreros
que desmerecen lo ajeno.
Como  jazmín del aire
abrazado a tu cuello,
he de morir prendido al árbol
para reivindicar la savia
de los amantes eternos.

Eduardo Albarracín

martes, 27 de diciembre de 2011

Viejo camino


Viejo camino de huellas descalzas,
frontera indecisa entre el páramo y la floresta,
como aquellos amores vacilantes
bajo la luna de enero,
que buscan con los ojos cerrados
la dulzura de los besos.
Viejo camino que me lleva
hasta los años mozos,
donde el solitario zaguan me hacia "gancho"
para que yo apretara contra el pecho
los apurados latidos
que separan la emoción del miedo.
Viejo camino, vuelve tus pasos polvorientos,
hasta el umbral de mis lunas
y mis serenatas al viento.

Eduardo Abarracín



lunes, 26 de diciembre de 2011

Tus ojos (Haykus encadenados)


Remanso de luz,
fulgor de soles breves,
tus ojos mansos

Suaves  gorriones
que en errático vuelo
buscan mis manos

Y transparentes
posan, leves y azules,
sus sueños claros

estrecho cielo,
mar de vientos exiguos,
tus ojos negros

Amarlos quiero
con alocada prisa
corazón ciego.

Eduardo Albarracín

jueves, 22 de diciembre de 2011

La aventura de vivir


Lo ves llegar y ya estas cansada de imaginar pasar tantas horas sentada, ya sentis el fuego del aire caliente que entra, como respiro, por todas las ventanillas abierta de par a par y que te empieza a poner de mal humor; ya sentis el tierral que se incorpora y acompaña desde que èl, sale de la ruta y entra a los caminos olvidados por el tren y que aumenta tu mal humor y enoja; ya sentis la incomodidad de un asiento que salta, se balancea,y se vuelve tan angosto cuando se rebalsa de gente en cada parada; ya tus ojos ven la tristeza y soledad del paisaje llano y arido;ya llegas a tu limite de tolerancia material. Y al fin, Llega, subes de prisa y empiezas(muy en el fondo queriendolo, de otro modo nunca hubieras subido) a transitar, acompañar y hasta ser testigo, complice junto a èl, de las historias realista-magicas contadas; de las risas y picardias de los niños que van y vienen por el pasillo; de las angustias y dolor de miradas mimetizadas con la impotencia de la tierra, de alla afuera, sin lluvia; de las alegrias incontenidas de los que vuelven despues de años a sus origenes; de las manos asperas que llevan la harina para el pan casero; de la bella melodia del quichua que los une a todos y hace familia sin serlo.Y al final, bajas en tu destino y esperas ansiosa a que llegue de nuevo el momento en que lo veas venir entre los miles de hierro de la ciudad para iniciar el camino que te transporta a la aventura de vivir.

CLAUDIA MACEDO
FRIAS

lunes, 12 de diciembre de 2011

Conjuro


Agoniza la noche al conjuro del alba;
vientre de luz pariendo rumores
de voces encandiladas, hordas de pesadillas,
en el día aciago que la muerte prepara.

Apenas un día tienen de plazo
las amargas conciencias de los desterrados,
para arremeter contra la antigua memoria
que esgrime los aguijones del  fracaso.

Falso el corazón del ídolo
como falsa su recia estampa,
ofrecerá en sacrificio su propio holocausto.

Tal vez queden los vestigios del mañana
dispersos entre las ruinas de los sueños
que la noche no permitió que se soñaran.

Eduardo Albarracín

Negación oficial



Sabía que no era de este mundo. Se lo habían contado desde que tuvo uso de razón y él fue asimilándolo de a poco.  Su padre adoptivo lo crió con amor solícito, le trasmitió su cultura y hasta le enseñó un oficio. Así fue creciendo, mientras guardaba con ardoroso celo el secreto de su existencia, hasta que fuera el tiempo del anuncio.
Cuando se difundió la noticia, el escéptico mundo lo ignoró por completo. Entonces consideró que llegó la hora del regreso y, sólo unos pocos, lo vieron elevarse por sobre sus cabezas.
Habían pasado casi 40 años de su vida terrena y el FBI seguía sin reconocer, de manera oficial, que hubo un bebe sobreviviente en el incidente OVNI  de  Roswell.

Eduardo Albarracín

Lágrimas en el champan


Todos los años la misma historia. Recordar a los que ya no están y llorar por ellos.
Muestra acaba del más puto egoísmo. Las lágrimas que caen en el champan no son otra cosa que la destilación de sus propios fracasos, disimulados en la sensiblería barata que proponen las fiestas navideñas.
Me tienen podrido. Esta será la última vez que acuda a sus sesiones de espiritismo.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Impertinencias

                                                                                                          (Picasso)

¿Qué me dices de la impertinencia del espejo?
¿Has reparado, acaso, en su blasfema reticencia,
al devolver distorsionada tu imagen?
No puede hacerte eso, tú no lo mereces.
¿cómo puede, el insolente,
mostrar esas arrugas esquinando tus ojos,
y esas muecas sutiles que desdibujan tu boca
cuando sonríes?
Tus manos tersas, opacas él las muestra,
y tus sutiles ojeras en remarcarlas se empecina.
Duro con él, lo le perdones.
Así empieza y luego injuriándote termina.
No agradece las suaves caricias de tus manos
cuando lo limpias
ni el oleaje perfumado en que lo envuelves
cuando te alistas.
No cometas la osadía
de quitarte las ropas delante de sus ojos,
flácidas pueden verse tus piernas, de por sí esbeltas,
en ese vidrio sin escrúpulos,
y tus redondeces, capaz, se vean caídas.
No le creas, son celos de cristal y luna,
tú sigues siendo tan bella como antes,
con la diferencia, que la belleza ahora luce
en el adornado alhajero de tu alma. 

Eduardo Albarracin

viernes, 9 de diciembre de 2011

Por tí soy


Siento el ondear de tus caderas
elevarse en olas de agitada cresta,
y el run run del río que desborda tus venas
socavar  mis orillas de adentro hacia fuera.
Soy piélago en tu bravura
y en tu calma mansa arena,
soy playa donde amaina tu locura
y en el descanso de tus pasiones,
puerto de blanca bandera.
Soy, en el tormentoso trajín de tus amores,
salto y cascada, piedra y arboleda. 

Eduardo Albarracín