LLueve...
La tarde me llena de gozo bajo el encanto de la lluvia, y ese dejo de nostalgia que me llama y al cual acudo, termina por vencerme al influjo de tu recuerdo.
Me estoy acostumbrando a tus besos, al modo sutil de hablar con la mirada y a ese misterio insondable que habita en tu alma.
Es tarde de lluvia, hay sosiego, empero el silencio me habla y yo te escucho.
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