HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

martes, 24 de junio de 2014

NOCHE


Fría la noche
me extiende sus brazos acuosos,
y yo me dejo abrazar
con la avidez del abrazo.

Se posa, me reposa,
me lame las mejillas,
y sobre las heridas del tiempo
humedece mis huellas.
Noche de perlas,
de lágrimas oblicuas
golpeando el silencio del espíritu
en busca de la palabra.
Aquí te respondo,
con la tibieza del poema,
confinando mis ojos
a la absurda medida de tu distancia.
Fría noche
de brazos acuosos,
yo sé del cansancio y de la espera;
reposa ahora en la tibia soledad de mi alma.

sábado, 21 de junio de 2014

Luciérnagas


Fugáz la mañana
crepita en soles de luciernagas.
Pequeños abismos,
planetas de fuego
girando en torno
de mis propios eclipses,
mientras el mundo pasa
-inadvertido -
por los surcos de mi alma.
Arrastra recuerdos,
lame heridas aún abiertas,
y zucumbe en su propia entraña;
sin voces, sin lamentos,
apenas sutiles
las estridencias de sus silencios,
socabando tumbas,
acallando las letanías de mis versos.
Fugaz la mañana
crepita en soles de luciernagas.

sábado, 7 de junio de 2014

RIO


Soy un río marchito
que vuelve hacia el ápice
en busca de nacientes nuevas,
me colorea el sol de la mañana
y el ocaso lustra de tintes
las marañas de mis piedras,
soy solo sus pedazos;
tímida historia
relatada a cada golpe,
que no alcanza a ser
el eco del cerro.
Sin embargo vuelvo
desandando la corriente,
plantando los árboles
que una vez arranqué de cuajo,
devolviendo las flores
que le arrebaté a la ribera
y dejando sin sentido al puente.
Soy río cansado,
opaco de sombras viejas,
sin aquella voz traviesa
que deleitaba a los pájaros
cuando batían sus alas
en mis remansos.
Soy un río que vuelve
a la fresca entraña de la vertiente
en busca del mineral ausente,
de la piedra talar
de mis altares acuos.
Soy un río marchito,
sin cumbre
sin cauce
sin sones
sin piélago
sin …
Levántame, si quieres,
quizá mi cauce sean tus brazos.