Vida.
Sólo vida quiera la vida…
Y espera.
Espera que la dejen ser ella misma
en el minúsculo apartamento de la célula,
en el minucioso pentagrama de la cuna,
en el latido apresurado de las orillas
del mar de las sangres unidas.
Vida.
Sólo vida quiere la vida…
Y espera.
Espera que la tomen en serio
en la aurora sublime del vientre,
en el seno húmedo y tibio de la simiente
Y en el pezón azul de la leche.
Vida.
Sólo vida quiere la vida…
Y espera.
Espera darte, como sagrada recompensa,
Una mirada desde el alma
para agradecer tu entrega.
Eduardo Albarracín
Adhesión al día del niño por nacer
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