HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

domingo, 2 de octubre de 2011

El Mendigo

El pórtico del templo luce su arte sacro. Las imágenes celestiales muestran sus figuras desgastadas por las innumerables “tomas de gracias” del maremágnum incesante, que traspone sus umbrales en busca de un pedacito de cielo que lo trasponga aunque sea por un instante.
Sentado en el piso, con su barba enmarañada y sucia, y las manos llagadas, estiradas suplicantes ante el gentío que pasa, el mendigo desangra su impotencia y bebe el trago amargo de la indiferencia de sus hermanos.
A la tarde, cada tarde, cuando el templo cierra sus puertas, él regresa manso a la cruz que se alza sobre la roca. Desde lo alto la visión del mundo es diferente.
Entonces vuelve a perdonarlos.

Eduardo Albarracín

2 comentarios:

  1. Me gustó Eduardo el del mendigo...
    ¡Qué bueno son las historias o cuentos breves! me fascinan.
    Adelante,felicitaciones!!!

    ResponderEliminar
  2. excelente muy bueno buenisimoooo me gusto mucho

    ResponderEliminar