La tarde amarilla se derrama
sobre las copas ondulantes del otoño.
Una algarabía de vuelos navega
sobre las olas circulares,
de ese mar aéreo que eriza la piel,
cuando se le posa la mirada.
Hay trinos que enmudecen palabras,
vuelos que traspasan la nostalgia;
y miradas infinitas surfeando
en las tempestades de la calma.
Nada es tan transparente como parece,
ni tan oscuro como lo pintan.
El otoño es amarillo, azul o violeta;
es un arcoiris abstracto que se empaña
cuando en los ojos hay lágrimas;
...y escondidas en el corazón las trampas,
acechando a cada paso,
a cada latido,
a cada estrofa,
a cada verso.
Es la vida misma que se manifiesta
por el reverso de sus páginas.
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