HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

viernes, 29 de abril de 2011

La Oración del Peregrino


 (Imagen e la Virgen del Valle de Catamarca)
Por fin he llegado mama Virgen.
Arrastrando mis miserias he venido a visitarte,
tal cual te he prometido, madre.
Perdoname el cansancio, pero ya es un poco tarde,
y perdoname también, por no haberte traído nada.
A veces siento vergüenza de ser tan pobre,
¡Si hasta me han hecho sentir culpable!
Dicen que por mi ignorancia
estoy condenado a mendigar changas,
que ya estoy viejo, que no estoy capacitado,
y vos sabes Virgencita, la cosecha ya no paga tanto.
Lo que sí he traído, son estas alforjas vacías,
para que vos mamita me las llenes de esperanza.
Ponemelo aquí, un poquito de tu paciencia
para aguantar sin desgraciarme,
y  otro poquito de tu sabiduría
para llevarle a mis guaguas,
para que nunca les falte el chipaco ni el yerbiao,
aunque no tengan un libro entre sus manos para ilustrarse;
que con el corazón sin rencor,
sabrán pelearle a la vida, como su padre.
Ponemelo también aquí, un poquito de tus lágrimas…
para llevarle a la patrona, para que ella como madre,
beba en silencio su  amargura y no se deje vencer por las adversidades.
Y por último, Virgencita, llénamelas de fe.
Que si la fe mueve montañas, yo con ella a la vida sabré guapearle.
He sufrido tantos engaños, promesas y falsedades,
que en esta confesión que le hago,
¡Hago fuerzas para no llorarle!
Hay tanta gente aquí… qué dirían de mis lágrimas.
Pero eso sí, Virgencita,
¡Voy a gritarte con la sangre!
Llename estas alforjas de coraje
y mandame de vuelta al pago con las fuerzas renovadas.
Ya sé que estoy viejo y que se me han gastado las manos,
pero no se me ha gastado el alma;
todavía soy capaz de volver a visitarte,
arrastrando mis miserias,
pero esperanzado en tu corazón de madre.
Gracias Virgencita por escucharme.
Y yo… que no te había traído nada,
he resuelto dejarte mi poncho.
Este poncho, mama Virgen, es mi prenda más preciada.
Con el he acunado a mis hijos y los he abrigado en sus enfermedades,
y en muchas ocasiones, hasta me ha tapado el lomo
para protegerme de las escarchas.
¡Es tan pobre mi poncho!  pero yo sé Virgencita que para vos…
Mucho vale.
¡Tomalo Madre!

Changas: Trabajo informal y mal remunerado.
Desgraciarme: Cometer un delito.
Guaguas: Voz quichua= Niños
Chipaco: Pan casero amasado con chicharrón.
Yerbiao: Matecocido
Cicharrón: Residuo del proceso de derretir la grasa animal.
ESTE POEMA SE AGREGA EN RAZON DE CELEBRARSE EN EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL VALLE (CATAMARCA) EL PROXIMO 8 DE MAYO SU FIESTA PATRONAL, A LA QUE CONCURREN NUMEROSOS PEREGRINOS DEL NOROESTE, QUE VAN A PIE; ENTRE ELLOS, LOS TRABAJADORES RURALES (GOLONDRINAS) QUE TRABAJAN EN CONDICIONES INFRAHUMANAS.

Eduardo Albarracín

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