Noche,
sorbo de sombras,
silencio
misterio
nada.
Fuga en diminutas lunas,
cabizbajo
doliente
con dolor de pesadumbre.
Oh! Noche,
abre tus fauces
vomita mi estrella,
quiero verla
palparla
oírla
beberla.
A ella, sólo a ella, la más bella.
Eduardo Albarracín
¡Precioso! y después dices que no eres poeta. Convéncete, Eduardo, lo eres y de los mejores. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarEduardo;desde Santa Fe,estamos con una amiga leyendo tus trabajos...a ella y a mi nos encantó éste .
ResponderEliminarTe felicitamos y ella quiere que la dejes participar de los comentarios-
Se llama Laura Elena Bermúdez-
Suerte y nos vemos .Lau y Maricris