Noche,
sorbo de sombras,
silencio
misterio
nada.
Fuga en diminutas lunas,
cabizbajo
doliente
con dolor de pesadumbre.
Oh! Noche,
abre tus fauces
vomita mi estrella,
quiero verla
palparla
oírla
beberla.
A ella, sólo a ella, la más bella.
Eduardo Albarracín