Despojada de sus misterios
la noche me llama.
Huele a jazmín
el aire y es un surco
sereno y mágico
Que derrama
la noche me llama.
Huele a jazmín
el aire y es un surco
sereno y mágico
Que derrama
en tus lunas redondas
la estrecha forma
de mis manos.
Como cuenco ávido
de mieles mi boca asombrada
se va sellando
De a poco entre las penumbras
azules de cielos páramos
donde solo el Jazmín abre
mientras mis ojos
Se cierran lentos
buscando el beso
al filo de la madrugada
cuando todo duerme
Cuando ya no queda nadie
sólo tu boca y la mía
calmando la sed
mientras el cielo arde.
Sensual y tierno amigo. Un abrazo.
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