Por dónde pasaran los pájaros
esta tarde de mustio invierno.
Quizá bajen a abrevar tibieza
en el hueco cálido de tu mano,
o tal vez remonten su vuelo
más allá de los arboles desnudos.
Quizá huyan de las nostalgias encapsuladas
en los tallos dormidos de los durazneros,
o tal vez se posen en la zarza
que arde en el confín de mis sueños.
Por dónde pasarán los pájaros
para esperarlos
con el corazón encendido.
¡Hermosos tus poemas, Eduardo! Es un gusto leerlos. Paso de vez en cuando a comentar pero te leo.Un abrazo, amigo.
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