Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.
martes, 17 de mayo de 2011
Recelos
Perdidos en la cerrazón de la noche, el lobo y el cordero buscaban a tientas un refugio.Esa noche tuvieron que dormir acurrucados, uno contra el otro, en el helado túnel del tiempo.
Al otro día, muy temprano, ambos salieron corriendo; es que encontraron al niño metiendo la mano en el hueco de la serpiente.
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