(Imagen propuesta para la Antología SVAI)
Con el tallo hundido en el abismo primero,
Con el tallo hundido en el abismo primero,
reseco caos de silencio y penumbra,
las verdes ramas en rebelde locura
se alzaron por arriba de todas las previsiones.
Hay razón en la vanguardia
para que toquen a diana los tambores,
y en ecos roncos de lejanos sones
vienen en tropel las primaveras.
Hojas verdes plasmadas en azul cielo
vierten lágrimas transparentes
de diáfana hermosura;
y en la pendiente de su larga escotadura
la tierra mía contenida.
¡Qué sueño más osado!
Del Señor de todo lo creado
montar sobre la frágil hoja
todo un mundo de ilusiones;
ora canta, ora sueña, ora tremola
pero siempre con amor sostenido.
Con clamor pido por mi nido
¡Tierra mía que nadie te derrumbe!
Eduardo Albarracín
Argentina
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